Ha pasado ya el primer mes de esta situación tan extraña que nos está tocando vivir, con un confinamiento social bastante estricto y un estado de alarma que la mayoría de vecinos y vecinas de Torrelavega jamás hubiesen imaginado y para la que probablemente, ninguno estábamos mentalmente preparados. Tampoco lo estábamos a nivel de medios particulares ni colectivos.
Pero ante una situación como ésta, las reacciones se extreman pudiendo comprobar todos y todas lo mejor y lo peor de cuanto nos rodea. Tanto en nuestros entornos más familiares como en la convivencia más próxima en nuestros barrios o comunidades.
La ACPT tuvo clarísimo desde el primer momento que, ante lo excepcional de la situación, nuestro accionar político debía serlo también, y nuestros dos concejales trasladaron al alcalde la total disposición de nuestros recursos humanos, materiales y organizativos para cualquier tarea que se considerase necesaria. Gestión, reparto, coordinación, atención pública, asistencia o lo que en cada momento fuera demandando. La realidad es que nunca hemos estado superados por esos encargos.
Más bien parece que el Ayuntamiento, disponiendo de recursos económicos y humanos de sobra está superado o eso aparenta a nivel interno. Pero la realidad es que a nivel municipal la pasividad está siendo la tónica constante. En momentos en los que se espera una reacción y una inyección de actividad, nuestro ayuntamiento está demostrando ser una administración absolutamente inoperante, adormecida e insensible.
Nada más lejos de nuestra intención, es tratar de establecer una batalla política en estos momentos y con este virus como excusa, pero sí que creemos necesario empujar y exigir más agilidad, compromiso y dedicación al Equipo de Gobierno de nuestra ciudad. Si no lo hacemos nosotros, nadie lo hará, pues el resto de la Oposición está absolutamente desaparecida. Dormitando y viendo la vida pasar.
Con los Servicios Sociales a la cabeza de esta inoperatividad, hasta el punto de que ha tenido que ser el alcalde quien asuma la dirección de la campaña de entrega de alimentos de primera necesidad y de catering social, para al menos paliar en parte la incapacidad para gestionar ayudas en un momento tan crítico, pues la concejala responsable, Laura Romano, ni está ni se la espera. Después de una semana exigiéndolo es cuando se consiguió que comenzasen esos servicios que, hasta la fecha, siguen teniendo muchas carencias operativas y funcionamiento.
Y todo a pesar de que, en la primera semana, fuimos la ACPT quienes atendimos a 120 personas y familias, entregando un listado prácticamente listo para comenzar las intervenciones. Otras 40 personas las hemos atendido nosotros en las dos primeras semanas pues no obtenían ninguna respuesta desde los teléfonos municipales. De hecho, el Ayuntamiento tardó nada más y nada menos que 3 semanas en habilitar un teléfono de atención al ciudadano que, como curiosidad, ha llegado a derivar llamadas a nuestros teléfonos. El teléfono municipal de emergencia para esta situación especial dando el teléfono de un grupo político de la oposición, kafkiano.
Por supuesto que a esas personas las hemos atendido y hemos tratado de resolver sus demandas en la medida de nuestras posibilidades y recursos, pues tenemos claro que la gente vulnerable en condiciones normales, ahora lo es especialmente. Además, suelen ser los grandes olvidados.
Situaciones verdaderamente complejas y duras que también estamos atendiendo con nuestra Red de Apoyo, que contabiliza ya más de 60 atenciones, 10 de ellas derivadas desde los Centros de Salud de la ciudad, que permiten que personas generalmente de edad muy avanzada puedan comer, tener sus medicamentos o simplemente no acumular basura en sus casas.
Esa Red de Apoyo que está integrada en una estructura más amplia de 50 personas coordinadas por la ACPT que hasta la fecha ha conseguido confeccionar 3500 mascarillas, 750 batas, patucos y gorros de plástico para su entrega a Sanidad y 550 pantallas faciales.
Todo ese material lo estamos entregando a personas vulnerables y a trabajadores municipales, de Centros de Salud y Sierrallana o de tiendas y tareas con atención al público. Trabajadores, en definitiva, muchos de los cuales se están partiendo la cara estos días para mantener el funcionamiento básico y adecuado y que en muchas ocasiones se ven expuestos al contagio sin ningún medio de protección.
Por nuestra parte seguiremos trabajando a brazo partido mientras dure esta situación, aportando nuestro granito de arena para mejorar las condiciones de quienes lo necesiten. Y por supuesto, seguiremos exigiendo al Equipo de Gobierno medidas contundentes, a corto y medio plazo, la reestructuración del presupuesto municipal de forma inmediata, la creación de ayudas, la exención temporal de algunas tasas, la creación de un órgano de seguimiento municipal, la revisión de la fiscalidad para rentas altas y multipropiedades. Algo más que obligar a una comitiva de vehículos y trabajadores municipales a ir de casa en casa con las sirenas como si la Cabalgata de Reyes se celebrase 15 veces cada día.
En Torrelavega a 9 de abril de 2020