Que el PSOE de Torrelavega no tiene muchos escrúpulos no es una novedad. Es más, la mayoría de líneas políticas que desarrollan acostumbran a buscar satisfacer intereses partidistas e incluso personales.
Ejemplo claro de ello, es por ejemplo su Secretario General, Bernardo Bustillo. Utilizando su influencia política para conseguir contratos de la administración en empresas de su propiedad, aunque torpemente haya pretendido simular que no tiene nada que ver con las mismas.
Para la ACPT hay un nuevo ejemplo de falta de ética en los comportamientos de ese partido. Se trata de la elección de la Concejala de Personal en la persona de Cecilia Gutiérrez Lázaro, Secretaria General de UGT del Besaya.
En primer lugar, ya no nos sorprende que personas con cierta relevancia sindical estén integradas en los órganos de un partido que promueve reformas laborales que atacan directamente los derechos la clase trabajadora. Hay que ser muy ingenuo para pensar que, a día de hoy, las direcciones de esas centrales sindicales trabajan de forma efectiva en favor de la mayoría obrera en lugar de haberse convertido en estructuras útiles para patronales y algunos interesados.
Nos parece una verdadera falta de respeto al resto de partidos de la corporación y las otras dos representaciones sindicales del Ayuntamiento (APL y CCOO) que todas las mesas de negociación queden manejadas por un único sindicato.
A cualquiera le escandalizaría que el representante de los trabajadores en una empresa fuera el patrón. Pues en este caso, el símil sirve para explicar que la máxima responsable de las líneas sindicales en la Comarca del Besaya será quien marque las decisiones de la patronal, entendiendo al Ayuntamiento como tal. Habrá conflicto de intereses seguro, y veremos de qué lado se colocan…
Pasamos del inane José Luis Urraca, que ya mostraba favoritismos, a directamente una Concejala de Personal que manda sobre el sindicato mayoritario con el que curiosamente tendrá que negociar en el día a día.
En Torrelavega a 28 de junio de 2019.