Ocio sin consumo, por encima de todo.


La ACPT ha permanecido atenta estas últimas tres semanas a todo lo relacionado con la polémica suscitada a raíz de la cubierta que se está instalando en el Parque Manuel Barquín y la tala de árboles que se ha realizado en el inicio de la obras.

Cualquiera que nos conozca, sabe que no es nuestro estilo callarnos, pasar desapercibidos cuando las cosas son complicadas o pisar de puntillas cuando hay que posicionarse. Pero tampoco es nuestro estilo saltar como ave de rapiña al sol que más calienta o hacer política oportunista dejándonos caer allí donde se puede arrancar un puñado de votos adoptando el discurso que requiera la situación sin mirar ni para los lados. Preferimos trabajar donde toca, hablando cuando consideramos que se nos va a escuchar mejor y, siempre, tratando de evitar caer en debates sesgados.

Y estas últimas semanas hemos visto situaciones y leído artículos que nos provocan verdadero rechazo. Ver a grupos políticos que han pasado olímpicamente de cualquier situación relacionada con el parque o de las propuestas realizadas por los colectivos implicados en su mejora y defensa, rasgándose las vestiduras, es de un cinismo abrumador. O ver como el PP pretende abanderar la polémica cuando su propuesta de cubierta para el parque infantil era aún más grande, define muy bien a esos partidos. Hemos llegado a leer que el parque Manuel Barquín contaba con una excelente dotación de juegos. Quizás algunos ni habían pisado el parque infantil hasta que se inició la obra, pues el estado del mismo era muy defectuoso estando incluso, la mayoría de columpios sin la homologación preceptiva.

Ahora que ya no es “trending topic” válido para precampaña electoral, desde la ACPT queremos dejar claras nuestras opiniones:

Defendemos la cobertura del Área Infantil del Parque Manuel Barquín. Es un proyecto en el que creemos, y que va mucho más allá que la simple colocación de una estructura como concepto y objetivos. Gustos a parte sobre la misma que, como dice el refrán, para gustos están los colores.

Desde la ACPT, siempre hemos defendido unos servicios públicos, gratuitos y de calidad que estén al servicio de la clase trabajadora y los sectores populares de nuestra ciudad.

La petición de cubrir áreas infantiles se enmarca dentro de la campaña que pusimos en marcha el pasado 25 de Enero de 2016 bajo el lema por un Ocio sin Consumo, con la que reclamamos junto a las AMPAS de Torrelavega que el Ayuntamiento habilite espacios públicos y de calidad donde poder acudir con nuestros hijos e hijas durante el invierno. Si analizamos las opciones de ocio y esparcimiento de las familias de nuestra ciudad, tenemos que desplazarnos siempre a espacios privados, ludotecas, o centros comerciales, ligados al consumo o directamente de pago, a los que muchas familias no pueden acceder para poder estar en algún sitio confortable (sin mojarnos), y para que haya espacios destinados a los más pequeños. Esa campaña reunió en su momento más de 750 firmas a favor de cubrir los columpios del área de juegos infantil más grande con que cuenta Torrelavega.

Y es que desde la ACPT no queremos que nuestros hijos crezcan y se relacionen en espacios orientados a fomentar el consumo, que inculcan desde su niñez modos de vida y ocio que nada aportan al conjunto de la sociedad, salvo incremento de cuentas a las principales multinacionales.

Respondiendo a ese principio, la ACPT defendió en la negociación de los presupuestos para el año 2016, la cobertura del Parque Manuel Barquín, logrando que la obra apareciese en el documento presupuestario con una partida de 92.000€ y en la negociación de los presupuestos de 2017 se incluyó una partida para la cobertura de los columpios existentes en La Nueva Ciudad, de la que aún no sabemos nada. Y es un compromiso. Esta situación no es casual ya que no existe una política seria, dirigida y coordinada desde el Ayuntamiento hacia la infancia en nuestra ciudad.

Queremos espacios públicos donde poder acudir en invierno, cercanos a nuestros barrios, en condiciones confortables y alejados del consumo y su cultura.

Por recordar de forma somera la campaña Ocio sin Consumo, consiste en las siguientes reivindicaciones concretas para comenzar:

– Techado de los parques de la ciudad que pueda protegernos de la lluvia en invierno y del sol en verano, reparación y buen mantenimiento, así como poner suelo acolchado en toda la zona de juegos.

– Dotación de espacios cerrados públicos y confortables donde de una manera planificada y de acceso gratuito, se lleven a cabo actividades y talleres destinados a los más pequeños.

– Apertura del recinto de La Lechera como espacio de disfrute para las familias de la ciudad.

El importe total de la obra responde no solamente a la colocación de una cubierta, si no que gracias al impulso de ésta inversión, se remodelará un parque cochambroso, con el suelo en mal estado, con columpios rotos y fuera de toda normativa. La multitud de padres y madres que lo frecuentan saben que esa situación era una realidad.

Por nuestra parte además, solicitamos al Responsable de Parques y Jardines que aquellos columpios que puedan ser reutilizados con garantías, sean enviados a los Campamentos de Refugiados Saharauis en lugar de ser tirados a la basura o quedarse abandonados en algún almacén municipal.

Casi cinco meses después no hemos recibido respuesta del señor José Luis Urraca, aunque otros concejales nos han asegurado que así será.

El nuevo parque además contará con columpios de integración, otro compromiso que arrancamos con el equipo de gobierno al inicio de esta legislatura para todos los parques de nueva construcción.

No éramos conocedores de la necesidad de retirar arbolado para la colocación de la cubierta y nunca se nos informó que así sería.

El 3 de diciembre de 2016 hicimos una jornada en el propio parque en el que presentamos los planos del proyecto, que al no disponer de infografías, no permitían conocer la ubicación exacta de la cubierta ni el destrozo que causaría. Esas infografías tan sólo fueron enviadas a un medio de comunicación. En cualquier caso, ni nosotros ni ninguno de los que acudimos a ver esos planos, que fueron bastantes padres durante esa mañana de sábado, tuvimos herramientas suficientes para anticiparnos a una tala evitable.

Fuimos la ACPT la que propusimos retranquear la cubierta una vez se supo la ubicación exacta que tendría. Esto lo supimos tras la poda absurda que se realizó en los robles.

Con nuestra propuesta, pretendíamos salvar la hilera de árboles cercana a la carretera.

Lamentamos profundamente que un proyecto en el que creemos haya nacido con tanta controversia, algo que si el concejal responsable hubiese previsto, o hubiese consultado antes de correr a colgarse la medalla, se hubiese evitado sin lugar a dudas.

Nos duele que se empañen los buenos objetivos y las buenas intenciones del proyecto por la falta de esfuerzo e ilusión de quienes lo han llevado a cabo, dando además impulso a una polémica evitable, que se ha ido sobredimensionando con fines partidistas y también privados, por culpa de la incapacidad del concejal responsable de dar públicamente explicaciones y asumir los errores.

Nos desmarcamos absolutamente de la chapuza, improvisación e ineptitud que queda reflejada en el desmoche inicial de los robles y refrendada con la tala innecesaria de árboles en buen estado y que en absoluto hubiesen impedido la ejecución de la cobertura del parque infantil.

Son muchas las ocasiones en que hemos denunciado públicamente al concejal José Luis Urraca pero, parece que hay confianza ilimitada para que una persona claramente incapaz para los cargos que desempeña y pasota e indolente con las obligaciones de su cargo, continúe dejando su sello en todo lo que toca

La tala de esos árboles no es el mayor problema que tiene el parque, ni siquiera de los mayores. Ni mucho menos en relación a la gestión general del arbolado urbano y de los jardines de Torrelavega.

Confiamos en que, dentro del daño causado, la situación que produjo airadas protestas y concentraciones sirva de catalizador para reclamar una reforma integral del parque. Para afrontar lo obvio, que nuestro principal parque está hecho una porquería. Que cada vez son más los vecinos que valoran los espacios naturales, las plantas y árboles o los espacios de esparcimiento o socialización. Que cada vez son más quienes aportan ideas o propuestas de mucho valor que cualquier gobernante con dos dedos de frente aprovecharía encantado.

Con una adecuada autocrítica, estamos en la casilla de salida para revertir un hecho negativo en una oportunidad de mejora.

Exigimos al Concejal de Medio Ambiente y responsable de los Parques y Jardines de Torrelavega, José Luis Urraca que dé las explicaciones oportunas sobre todo el proyecto y sobre los errores de ejecución, asumiendo cuantas culpas deba y, en su defecto, que sea el alcalde quien rinda cuentas ante lo vecinos de Torrelavega.

Exigimos que sea el Plan Director del Arbolado del parque (o como quieran denominarlo) sea una realidad a la mayor brevedad posible y que se comience un proceso participado real para redefinir, repensar y reconvertir el Parque Manuel Barquín. Incluso exigimos el cambio de nombre que ya debería ser una realidad. La Ley de Memoria Histórica así lo dice y los acuerdos que posibilitaron al alcalde llegar a su sillón así lo recogen.

Exigimos que se pongan los medios necesarios, tanto humanos como materiales y económicos para que Torrelavega vuelva a tener un parque a la altura de una ciudad de 53000 habitantes.

Quedaremos a la espera y mientras tanto, que nuestro ocio no requiera de consumo.

En Torrelavega a 8 de febrero de 2018

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