Después de un año y dos meses de Gobierno a nadie se le escapa la incapacidad de Cruz Viadero y su equipo para resolver ni uno sólo de los problemas que nuestra ciudad arrastra. Por supuesto que la consecución de mejoras se nos antoja como una entelequia a la que tan siquiera podemos aspirar.
Lo grave es que algunos de esos problemas comienzan a ser de tal magnitud que nos tememos que quizás un día sin tardar mucho estas denuncias sobre la incapacidad se tornen en lamentos.
Y más concretamente hablamos del parque de Bomberos de Torrelavega, que a pesar de estar prácticamente desatendido, es uno de los parques de referencia de la Comarca prestando servicio a muchos municipios de nuestros alrededores, a pesar de recibir una cantidad por parte del Gobierno de Cantabria casi ridícula.
Y es que seguimos convencidos de que nuestro Parque de Bomberos se debe comarcalizar de forma prioritaria haciendo justicia para con las arcas municipales, consiguiendo Torrelavega reforzar su papel de capital de comarca pero, sobre todo, por la urgente necesidad de mejora de un parque con una deriva que empieza a hacer que las condiciones de trabajo de quienes allí prestan servicio no garanticen la correcta prestación de los servicios y además, lo hacen asumiendo riesgos que están poniendo en peligro a los bomberos por la falta de medios tanto humanos como materiales, así como por la falta de organización interna.
Tomando como ejemplo las tres últimas intervenciones de relevancia que el Servicio Contra Incendios de Torrelavega ha tenido que realizar, nos daremos cuenta de la gravedad potencial de todas esas carencias que se han mostrado de forma descarnada.
Tanto en la actuación que nuestros bomberos realizaron en Cudón, como en el incendio de Sniace, como la que llevaron a cabo en la C/ Calle Consolación, se tuvo que solicitar el camión nodriza del parque de Los Corrrales en un caso y del Parque de Santander en otro. En el incendio de Torrelavega de hecho, debieron de trabajar con cerca de un tercio de la presión de agua recomendable, para evitar agotar los recursos antes de tener el apoyo externo.
Ya es casi histórica la reclamación de un camión nodriza para nuestro parque, pero desde la ACPT creemos que no deben presentarnos ni un solo presupuesto más que no contemple esta dotación como compra prioritaria.
Cabe reseñar de hecho, que cada año nuestra ciudad recibe alrededor de 175.000 euros por parte de UNESPA, el Consorcio de Seguros, para la mejora de instalaciones y material del Parque de Bomberos, dinero que exigimos saber cuál es su utilización, pues pasan los años sin que se produzcan mejoras en el parque. Con una aportación de alrededor de 30000 euros tan sólo, dispondríamos de ese camión básico para el correcto funcionamiento del resto de equipos existentes.
Aunque como en la mayoría de servicios municipales, la falta de personal es el mayor problema que sufre nuestro Parque de Bomberos. La política errática del Concejal de Recursos Humanos, avalada por el alcalde, contratando exclusivamente el mínimo necesario y siempre con las restricciones legales por bandera, para justificar su inexistente planificación y dirección, hacen que en el Cuerpo de Bomberos sea necesario la contratación de al menos 5 efectivos permanentes en la plantilla, para garantizar de esta forma que los servicios se presten adecuadamente y que los retenes disponen del personal adecuado, no sólo en número, sino también en capacitación técnica.
Retomando los ejemplos, en el incendio de la C/ Consolación, uno de los turnos de trabajo, el primero concretamente, carecía de mando que organizase y dirigiese los trabajos. Esto es gravísimo y peligrosísimo. A la habitual no presencia de la Directora del Parque se sumó la ausencia de mandos intermedios entre todos los bomberos que prestaban el servicio. Y hablamos de un incendio con complejidades técnicas altas y necesidades de autoorganización establecidas previamente, que tan sólo el buen hacer y esfuerzo máximo de los presentes consiguió salvar el escollo sin que hubiese que lamentar una desgracia. Lo triste, es que aún han tenido que escuchar alguna queja por gastar dinero en comida y bebida después de una jornada de varias horas de un esfuerzo físico tremendamente exigente.
Y si al menos existiesen protocolos de actuación, quizás la falta de dirección podría verse amortiguada, pero es que nuestro parque de bomberos carece de algo tan básico como procedimientos de trabajo que prevean las formas de actuación, los medios necesarios, tanto humanos como materiales, para cada una de las situaciones que puedan producirse. Esto tan básico, tan común y superado en cualquier parque de bomberos, en Torrelavega aún está pendiente. ¿A que espera el Concejal de Seguridad Ciudadana para ponerse a trabajar en serio y dotar de los protocolos necesarios a nuestro parque?
Hace ya unos meses que advertimos de la voluntad del Ayuntamiento de Piélagos de entregar entre 300.000 y 400.000 al Gobierno de Cantabria y quizás, no quede mucho para comprobar que efectivamente así sea. Cuando eso ocurra, nuestro Ayuntamiento deberá plantarse firmemente para recibir buena parte de esa dotación y aumentar la partida que recibimos hasta más allá del medio millón de euros. Cabe destacar que el Ayuntamiento de Camargo ha conseguido alrededor de doscientos mil euros para un parque nuevo y mucho más pequeño que el nuestro. Quizás quienes dirigen ese Ayuntamiento se lo toman más en serio y son capaces de conseguir lo que sus vecinos les han encargado.
De forma que exigimos al Alcalde que después de un año de vacaciones, empiece a trabajar en serio, y luche y encabece la comarcalización del Parque de Bomberos de Torrelavega, con una dotación económica justa, y que exija a su concejal de Seguridad una completa reordenación del Parque, creando los protocolos necesarios que garanticen una correcta prestación de los servicios y la seguridad de los bomberos. Para esto último, que exija al concejal de Recursos Humanos un Plan Director para la contratación en dos años de los bomberos necesarios, aplicando las excepcionalidades que prevé la Ley, en lugar de acusar de fantasear a quienes en diversas ocasiones le han demostrado que si es posible contratar, aunque le resulte más cómodo hacer lo mínimo posible.
En Torrelavega, a 9 de agosto de 2016