Aunque es habitual leer sandeces, la semana pasada nos deleitábamos con una en forma de tribuna que, tras dejar de reírnos, hemos considerado oportuno contestar, puesto que plantea algunas cuestiones de calado de las que quizás, ni el propio autor es consciente.

El texto ridículo y más propio de un niño de 4 años sale de la “pluma” de Rufián (acrónimo de Rufino Sasián). Además, como término del imaginario marinero, encaja perfectamente con lo que este personaje representa.

Ya que estamos, decirle a Rufián que un barco anclado tanto en proa como en popa es imposible que gire en círculos de 360 grados. Explicarle de hecho, que no existen los círculos de más o menos grados que esos.

Pide en su Tribuna “que se planteen objetivos claros y con proyectos de futuro a corto, medio y largo plazo que generen expectativas de futuro creíbles, manteniendo y potenciando nuestro modelo productivo, aportando nuevos modelos que generen riqueza y que sirvan para ilusionar”. ¡Y se queda tan ancho! Realmente es difícil incluir en una frase tantos tópicos juntos, inconexos entre sí y sin decir nada al mismo tiempo. Se ve que lleva una temporada escuchando esas cosas y cual lorito las repite porque quedan bien. Desde luego que si Rufián tuviese alguna idea decente ya está tardando en soltarla.

En cualquier caso, no vamos a pedir peras al olmo.

Lo que si resulta preocupante es el trasfondo que este personaje, Rufián, deja entrever con los planteamientos que hace al capitán del barco.

Cuando pide que se arroje a los piratas por la borda y se queme la bandera en un acto público, es cuando aflora el profundo fascismo que caracteriza a este caciquillo local. Unas formas que le han hecho conocido en nuestra ciudad a través de sus prácticas empresariales y sus presuntos chanchullos e irregularidades descaradas.

Unas irregularidades tan manifiestas como no disponer de licencia de actividad, presuntamente robar el cartón de los contenedores municipales,  construir pasándose por el forro las normas urbanísticas que nos afectan a todos o asfaltar un aparcamiento a escasos 8 metros de un arroyo (barbaridad por la que Confederación Hidrográfica del Norte le ha abierto expediente como consecuencia de una denuncia nuestra).

Irregularidades que en algunos casos han tenido sentencia en firme de derribo pero que casualmente la número uno de su partido presuntamente se encargó de no ejecutar por completo, anteponiendo los intereses empresariales de Rufián, cuando ella era alcaldesa.

Y los favores se deben devolver, en este caso tal vez poniendo dinero para crear el partido Torrelavega Sí a cambio, posiblemente, de ir el número 3 en las listas. De concejal de Torrelavega será más sencillo resolver varios asuntos, debió pensar en su día. Hasta alguno de los fundadores del partido salió espantado por lo descarado de esta cuestión.

Quizá por eso el silencio impera en su partido y esconden la cabeza vergonzantemente cuando se les pregunta por tal sarta de prácticas repugnantes de uno de sus concejales. Quizás por eso no expulsan inmediatamente del partido al fascista que parece ser pone el dinero. Se acabará la paga de los domingos y para la ex alcaldesa, todo indica que eso es lo más importante.  La decencia va después.

Decencia que tampoco demuestra el capitán del barco, señor Viadero, ocultando la información de las empresas sin licencia de actividad o los datos completos de la cantidad de dinero que Rufián presuntamente robó al Ayuntamiento llevándose el cartón, y que venimos solicitando desde hace meses. Sea serio señor Alcalde y por decencia con el cargo que ostenta, defienda los intereses de la ciudad y deje de proteger a quien es capaz de robarse a sí mismo.

Mientras tanto, los piratas, a los que no se nos puede tirar por ningún lado, aunque sus formas fascistas así lo deseen, seguiremos denunciando sus prácticas, sin miedo y sin miramientos, haciendo honor a esa forma de vida que tanto admiramos. Libres e independientes, piratas y bucaneros en ataque frontal contra el sistema social podrido donde personajes como Rufián aspiran a vivir tranquilamente a costa del resto.

En Torrelavega, a 13 de junio de 2016