Ya termina el verano y las terrazas de los bares y cafeterías de nuestra ciudad se van retirando. Algún enorme almacén oculto debe existir para poder guardar tanto material exhibido durante la época estival.
Y es que, este verano ha sido el de los grandes despliegues. Hemos visto terrazas que ocupaban más de la mitad de una vía de tránsito o como media plaza se convertía en instalaciones de alguna cafetería.
No debemos confundirnos, la responsabilidad es de quien gestiona el espacio público, nuestro Ayuntamiento, que con desidia mantenida en el tiempo, ha dejado que los espacios públicos se hayan privatizado sin, al menos de momento, abordar el tema con la más mínima seriedad.
Las plazas y las aceras son de todos y por lo tanto, debemos ser celosos con el carácter público de esos lugares públicos. No podemos permitir que para disfrutar de nuestras plazas nos veamos obligados a pagar un café y si no lo hacemos, nos sintamos extraños en nuestra casa.
Vemos bancos públicos, donde debemos descansar y socializar embutidos entre las mesas de diversas cafeterías, desapareciendo prácticamente como mobiliario de nuestra ciudad y perdiendo la batalla de lo público ante lo privado.
De esta forma, instamos a que el actual equipo de gobierno, afronte esta situación de forma seria y efectiva, y modifique las actuales ordenanzas reguladoras, estableciendo límites claros a las terrazas, que ayuden a los hosteleros a saber con certeza del espacio con que cuentan y permitan un correcto control de esos espacios y de las tasas que generan.
Os felicito y agradezco la iniciativa, es hora de abrir un serio debate sobre el espacio público, sobre el papel del peatón en la ciudad (para mí verdadero protagonista de la vida urbana). Como señaláis muchos hosteleros invaden y expulsan al peatón, laactual situación me lleva aplantearme las verdaderas intenciones de las «peatonalizaciones»