Existe una preocupación entre l@s ciclistas urban@s debido a la modificación del Reglamento General de Circulación (RGC) propuesto por la directora general de Tráfico.
Esta preocupación viene dada puesto que consideramos que esta medida podría ser perjudicial para el medio ambiente, la salud pública y la seguridad del tráfico.
La propuesta del Gobierno del Estado, cuenta con la oposición de juristas de prestigio (red de ciclojuristas), que consideran que es incompatible con la Ley de Tráfico en vigor.
Además, cuenta con la oposición de numerosas asociaciones europeas (European Cyclists’ Federation ó ConBici), la masa crítica en nuestra ciudad y decenas de instituciones encargadas de aplicar la norma en caso de aprobarse, entre ellas ayuntamientos líderes en el fomento de la bicicleta, como pueden ser Barcelona, Donosti, Sevilla, Zaragoza…
Y es que queda acreditado que si se quiere atajar el problema de la elevada mortalidad ciclista (cerca de 500 muertes al año) se debe actuar principalmente en los recorridos interurbanos, ya que en ellos (donde es obligatorio el uso del casco) se producen el 97% de las muertes de ciclistas, sin olvidar que la principal causa de la muerte del ciclista es la colisión con otros vehículos provocada por el adelantamiento de estos o por el no respeto a la distancia mínima de 1.5 m al realizar los mismos.
Hay que recordar que ni en las ciudades y países europeos punteros en movilidad ciclista, el uso del casco es obligatorio en el entorno urbano.
La mejora de la seguridad de los ciclistas pasa por la promoción de la movilidad ciclista tomando medidas como la construcción de ciclovías, el calmado de tráfico, la toma de conciencia de conductores y ciclistas etc.
Por todo ello, acordamos en Asamblea trasladar al pleno de Torrelavega esta moción propuesta por la Coordinadora en Defensa de la Bici, ConBici, organización que agrupa a más de 61 asociaciones y colectivos de ciclistas de todo el Estado y con representación en el Consejo Superior de Tráfico y Seguridad de la Circulación Vial.
Aprovechamos la oportunidad para denunciar la ausencia total de medidas en materia de movilidad ciclista
Entre otras cuestiones,
- No se asocia la movilidad ciclista al urbanismo, no reservándose espacios para bicicletas en nuevas infraestructuras como el vial Pablo Garnica-Boulevard Ronda o el proyecto de Hermilio Alcalde del Río.
- No se responde a las peticiones concretas de esta Asamblea de instalación de aparcabicicletas.
- No existe intención alguna de recuperar el servicio de préstamo de bicicletas, que funciona con éxito en otras ciudades.
- No se mejora la seguridad a los ciclistas que circulan por la ciudad (falta de carriles bici, falta de señalización)
Y por último destacar que seguimos sin plazos para el desarrollo de un Plan de Movilidad Urbana Sostenible en el que se debatan y planifiquen las necesidades de movilidad de las personas desde una perspectiva integral y participativa.
Torrelavega, a 25 de Junio de 2013.

MOCIÓN ELABORADA POR CONBICI, QUE TRASLADAREMOS AL PRÓXIMO PLENO MUNICIPAL, EL Martes, 2 de Julio
AL PLENO DE LA CORPORACION MUNICIPAL DEL EXCMO. AYTO. DE TORRELAVEGA
Iván Martínez Fernández, Portavoz del grupo Político Municipal Asamblea Ciudadana por Torrelavega (ACPT) en el Ayuntamiento de Torrelavega, al amparo de lo dispuesto en el Art. 97.3 de la Ley de Bases del Régimen Local, presenta ante el pleno corporativo la siguiente MOCIÓN para su debate y posterior aprobación si procede.
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
La bicicleta ha experimentado un notable auge en muchas ciudades españolas durante los últimos años, de lo que debemos congratularnos por sus indudables efectos positivos sobre el medio ambiente y la salud pública. La contribución de la bicicleta a un mejor medio ambiente urbano es innegable y su contribución a la mejora de la salud pública ha sido reconocida por la Organización Mundial de la Salud, que recomienda el uso cotidiano de la bicicleta como medida preventiva frente a la obesidad y las enfermedades coronarias. Así lo ha reconocido también la Dirección General de Tráfico (DGT), al incluir el fomento de la bicicleta como medio de transporte preferente entre los objetivos de su recientemente presentado Proyecto de Reforma del Reglamento General de Circulación. Esta reforma contiene numerosos aspectos positivos que favorecen la seguridad vial y pueden ayudar a promover el uso de la bicicleta, especialmente la apuesta por la pacificación del tráfico. Sin embargo, el borrador incluye una medida excepcional en nuestro entorno europeo, cuyo efecto global sobre la seguridad del tráfico, la salud pública y la mejora del medio ambiente urbano es discutible. Nos referimos a la obligación de utilizar casco para circular en bicicleta por la ciudad.
El casco ciclista es una medida “de fin de tubería”, de la que no cabe esperar una reducción de la accidentalidad ciclista sino, en todo caso, una reducción de los peores efectos de dicha accidentalidad; en especial, de la mortalidad o del número de accidentes graves producidos por heridas cráneo-encefálicas. Hay que decir, en todo caso, que dicha efectividad es muy dudosa cuando se trata de colisiones con vehículos a motor que circulan a velocidades superiores a 30 km/h. Este tipo de colisiones son, como confirman los propios estudios de la DGT, la principal causa de accidentes ciclistas en las ciudades españolas.
La mortalidad ciclista por accidente en las ciudades españolas no es muy elevada, oscilando entre 10 y 15 fallecimientos al año (a efectos de comparación, el total de fallecidos por accidente de tráfico en zona urbana ascendió a 457 en el año 2.011). Esta mortalidad muestra una clara tendencia a la baja, pese al indudable aumento del uso de la bicicleta como alternativa de movilidad urbana en muchas ciudades. Esta tendencia a la baja muestra la efectividad de las
medidas que ya se están tomando en muchas ciudades para mejorar la seguridad del tráfico ciclista, como la implantación de redes de vías ciclistas y otras infraestructuras. También confirma el hecho de que, a mayor número de ciclistas, mayor seguridad, debido a la mayor visibilidad de la bicicleta y al hecho de que cada vez más conductores son conscientes de la presencia de ciclistas en la vía pública, y los respetan cada vez mas (entre otras razones porque muchos de ellos son también ciclistas).
No parece por tanto que la situación reclame una medida tan drástica como imponer la obligatoriedad del casco ciclista, lo que por otro lado podría tener efectos negativos sobre el fomento de la bicicleta como modo de transporte en las ciudades. Existen numerosos estudios que confirman este efecto, aparte del hecho significativo de que en ninguno de los países donde la bicicleta ha llegado a ocupar un lugar importante en la movilidad urbana es obligatorio el uso del casco para los ciclistas.
En particular, el impacto negativo de la obligatoriedad del uso del casco sobre los sistemas de bicicletas públicas es evidente. Y no debemos olvidar que dichos sistemas ocupan un lugar de primer orden en la estructura de la movilidad ciclista de muchas ciudades como Barcelona, Sevilla, Valencia, Zaragoza etc…, con importantes porcentajes de uso sobre el número total de desplazamientos en bicicleta. El colapso de tales sistemas significaría un notable retroceso en el uso de la bicicleta en dichas ciudades, así como efectos negativos para su imagen exterior y la pérdida de una inversión en muchos casos elevada.
Estimamos por tanto que los posibles efectos positivos de la imposición del uso del casco como medida paliativa de las peores consecuencias de los accidentes de tráfico que muy ocasionalmente sufren los ciclistas urbanos, podrían verse superados con creces por sus efectos negativos. Estos efectos negativos serían consecuencia del descenso del uso de la bicicleta y de su impacto sobre la salud pública (incremento de los índices de obesidad y de enfermedades coronarias), sobre la calidad del medio ambiente urbano y sobre la propia seguridad del tráfico en general. A este respecto no debemos olvidar que la bicicleta, por sus especiales características, es un vehículo potencialmente muy seguro tanto para el propio usuario como para los demás usuarios de la vía. Mucho más seguro que otros vehículos privados, como las motocicletas o el automóvil. En particular, un descenso en el uso de la bicicleta como consecuencia de la obligatoriedad del uso del casco ciclista, podría ir acompañado de un incremento paralelo del uso de motocicletas y ciclomotores, con las consecuencias negativas que cabe imaginar para la seguridad global de tráfico urbano.
En consecuencia, y ante las dudas que suscita dicha imposición, se propone el siguiente:
MOCIÓN
El Pleno de la Corporación Municipal del Excmo. Ayuntamiento de Torrelavega ACUERDA.
- Instar a la Dirección General de Tráfico a que en el Proyecto de Reforma del Reglamento General de Circulación que está en fase de redacción, no incorpore la obligación de utilizar casco para circular en bicicleta por la ciudad
Prohibir todo argumentando lo que les de la gana a eso lo llaman «libertad». Cada uno es responsable de si mismo. Es como si el pueblo impusiera (utopía) a los políticos llevar cascos con orejeras para no oír los «escraches» tan necesarios y costosos por la actuación de la policía aún multando a diestro y siniestro por pacíficos que actúen.
[…] Moción contra la imposición del uso del casco en la ciudad 25 junio, 2013 […]