Hace cuatro años y en las mismas fechas, aproximadamente, en circunstancias similares, condenamos una ofensiva militar por mar, tierra y aire, contra la franja de Gaza por parte del Estado de Israel.
En aquel entonces, dijimos que “Gaza vuelve a ser protagonista de un episodio más de barbarie e impunidad del Estado de Israel, en el contexto de la ocupación que sufre el pueblo palestino que dura ya décadas”. Hoy desde hace días, asistimos de nuevo a otro episodio similar en circunstancias, aunque parcialmente cambiadas y con nuevos protagonistas. Si entonces eran el tándem Olmert, Tzipi Livni, George Bush Junior y Condoleezza Rice; hoy son Netanyahu, Liberman, Ehud Barak Y Obama con Hilary Clinton.
Sin embargo, los objetivos siguen siendo los mismos y las excusas también: Israel pretende rematar sus cometidos interiores que terminaron en fracaso a fin de doblegar a los palestinos y con ello dar carpetazo a su causa.
Impedir a toda costa que los palestinos reivindiquen su derecho al retorno, autodeterminación e independencia y creen su Estado independiente con Jerusalén como capital, tal y como avala el Derecho Internacional y las sucesivas resoluciones de la ONU y del Consejo de Seguridad.
Impedir que los palestinos acudan a la Asamblea General para recabar el apoyo al reconocimiento de Palestina como estado miembro de la ONU.
En lo militar, poner a prueba su escudo antimisiles a fin de prepararse para nuevas aventuras en la región que tanto el Gobierno de Netanyahu venía amenazando, y al mismo tiempo intentar destruir la modesta capacidad militar de que disponen los palestinos en Gaza.
Satisfacer a un electorado extremista para la garantizar el éxito en las próximas elecciones israelíes del 22 de enero de 2013.
Desviar la atención sobre la acelerada política de judaización de Jerusalén y la ampliación de los asentamientos, en detrimento de los palestinos pues hace inviable la creación de un Estado Palestino.
Con esta nueva aventura, el Gobierno de Netanyahu se escapa hacia adelante donde se encuentra en un callejón sin salida, pero lamentablemente, siempre EE.UU. le presta el apoyo incondicional para seguir con su locura bajo la falsa excusa del derecho a la autodefensa.
Por todo ello, una vez más, denunciamos la pasividad y complicidad de los gobiernos y las instituciones internaciones que de nuevo se han convertido en cómplices de este genocidio, y exigimos que tomen medidas inmediatas para poner fina la masacre, y que reconozcan la legitimidad del pueblo palestino como ocupado, a defenderse de la brutal ocupación de Israel.
Asimismo expresamos nuestra profunda indignación ante la manipulación informativa a la que se están prestando gran parte de los medios de comunicación internacionales, incluyendo la prensa escrita y la televisión españolas. Es una falta de ética profesional que en vez de recurrir a fuentes fiables, como son las agencias de Naciones Unidas presentes en Palestina, los medios reproduzcan sin filtrar ni contrastar, la propaganda del estado ocupante responsable de estos ataques
criminales, que les convierte en cómplices del Estado israelí, reforzando la impunidad de la que gozan los dirigentes de un país que matan a civiles para conquistar al electorado, como ya pasó el año 2008-2009.
Recordamos que contrariamente a lo defendido por Israel y ampliamente difundido por las agencias de prensa occidentales, esta ofensiva israelí no es una represalia por el ataque a un jeep del Ejército israelí registrado el pasado 9 de noviembre. La Organización de Naciones Unidas por la Ayuda Humanitaria (OCHA) ha confirmado que el 4 de noviembre, fuerzas israelíes dispararon desde una de las torres militares que flanquean el Muro de hormigón que circunda la Franja de Gaza, contra un joven de 23 años con discapacidad, causando su muerte. La propaganda sionista no debe engañar a nadie: Fueron las fuerzas aéreas israelíes quienes rompieron la tregua auspiciada por Egipto, al lanzar una serie de bombardeos masivos en los que la semana pasada mataron a seis civiles palestinos e hirieron a cincuenta y tres personas, entre ellas doce niños y seis mujeres.
El uso desproporcionado de la fuerza armada contra una población civil y las ejecuciones extrajudiciales constituyen crímenes de guerra que deben ser condenados. Asimismo, la comunidad internacional debe asumir su obligación de proteger a la población palestina asediada en la Franja de Gaza, mayoritariamente constituida de personas menores de edad y refugiadas.
Por todo ello, y ante los abominables hechos acaecidos en los últimos días materializados en la masacre a la población de Gaza, la abajo firmante, ESTHER GARCÍA DÍAZ, Portavoz de la Asamblea Ciudadana por Torrelavega, al amparo de lo legalmente dispuesto, en esta Corporación, somete, para su debate y aprobación, si procede, la siguiente
MOCION
1º.- El pleno de la Corporación Municipal del Ayuntamiento de Torrelavega manifiesta su absoluto rechazo a las acciones criminales del estado de Israel, y exige el inmediato fin del bloqueo y asedio a Gaza.
2º.- Exigir a Israel, como potencia ocupante, que cumpla con el Derecho Internacional humanitario según establece la IV Convención de Ginebra para que se puedan establecer unas condiciones aceptables de acceso de ayuda humanitaria y de emergencia, así como atención y asistencia a las miles de víctimas que están provocando los bombardeos. Asimismo exigir el cumplimiento de todas las resoluciones de Naciones Unidas y Tribunas Internacionales de Justicia.
3º.- Suspender la venta de armas e intercambios de colaboración en materia militar con Israel.
4º.- Reclamar daños y perjuicios por la destrucción de aquellos bienes e infraestructuras donados a Palestina y construidas con fondos de la Cooperación Española.
5º.- Exigir el levantamiento inmediato del bloqueo a Gaza.
6º.- Exigir a Israel poner fin a los asesinatos inmunes de los dirigentes palestinos.
7º.- Y en definitiva tomar cualesquiera otras medidas, que conduzcan al respeto de la Legalidad Internacional y no premien la impunidad del Estado ocupante israelí.
8º.- Dar traslado de estos Acuerdos al Gobierno de Cantabria y al Gobierno de la Nación.
Haber si les entra en la mollera a los apoltronados comodones.